LONDRES, 7 mayo (Reuters) - Una recuperación del valor del dólar y mayores costos de endeudamiento están golpeando a las monedas de Argentina y Turquía con una bola de demolición, y han elevado la probabilidad de que un ciclo de bajas de las tasas de interés de largo plazo en los mercados emergentes llegue a su fin después de tres años.

Los mercados emergentes comenzaron el año en auge, apoyados en una economía mundial saludable, un aumento de los precios de las materias primas junto con una inflación moderada y la debilidad del dólar. Entonces parecía más que probable que una ola de reducciones de tasas de interés se prolongara, lo que permitiría una recuperación de los bonos.
Desde Brasil y Rusia hasta Armenia y Zambia, países en desarrollo, grandes y pequeños, han estado bajando sus tasas, con cientos de recortes de tipos de interés. Desde enero de 2015, el costo promedio de endeudamiento en los mercados emergentes cayó a menos del 6 por ciento a principios de este año desde más del 7 por ciento.
Las ganancias de los administradores de fondos también se dispararon, con la deuda en moneda local emergente entre los activos con mejor rendimiento, del 14 por ciento en términos de dólares el año pasado. Incluso en el primer trimestre de 2018, los retornos fueron de un 4,3 por ciento.
Ahora, casi cinco años después de la fuerte sacudida en los mercados emergentes por el retiro de estímulos monetarios, las ganancias parecen estar al borde de una reversión.
Argentina elevó sus tasas de interés a un 40 por ciento en respuesta a un desplome del peso, mientras que Turquía también se vio obligada a subir la tasa cuando la lira tocó mínimos frente al dólar. Indonesia, después de intensas intervenciones para frenar la caída de la rupia, también ha dicho que podría recurrir al endurecimiento de la política monetaria.
La baja de casi todas las monedas emergentes ha hecho que los rendimientos de los bonos denominados en monedas de mercados emergentes vuelvan a subir a cerca del 6,2 por ciento y el retorno para los inversores es ahora negativo para 2018.
“El negocio de las tasas se ha deshecho”, dijo Naveen Kunam, administrador de cartera de Allianz Global Investors, que mencionó la creciente incertidumbre sobre la política monetaria.
Durante décadas, el alza del dólar ha sido una mala noticia para los mercados emergentes y, a pesar de todo el avance del mundo en desarrollo en los últimos años, los recientes cambios de precios muestran que no ha cambiado mucho.
Con el dólar en alza, las monedas emergentes se han debilitado alrededor de un 3 por ciento en las últimas dos semanas, según un índice JPMorgan.
Cifras del Instituto de Finanzas Internacionales de esta semana mostraron que el resultado ha sido un éxodo desde la deuda de mercados emergentes mayor que en la anterior sacudida por el retiro de estímulos en 2013. Con 5.500 millones de dólares de flujo de salida en dos semanas, el IIF lo describió como el “fantasma de agitaciones pasadas”.
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