WASHINGTON, 16 mayo (Reuters) - Estados Unidos y China inician el jueves una segunda ronda de negociaciones comerciales, en un intento por evitar una dañina guerra arancelaria, mientras Washington exige una reducción de 200.000 millones de dólares en el superávit comercial chino y más protecciones para la propiedad intelectual.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con imponer aranceles punitivos por hasta 150.000 millones de dólares para combatir lo que califica como apropiación indebida por parte de Pekín de tecnología estadounidense a través de requisitos de empresas conjuntas y otras políticas.
China amenazó con una represalia similar, incluida la imposición de gravámenes sobre algunas de las mayores importaciones estadounidenses, incluida la aviación, la soja y los automóviles.
En las conversaciones celebradas hace dos semanas en Pekín, las dos partes presentaron largas listas de exigencias a su contraparte y solo acordaron seguir hablando.
China exigió que se relajen las restricciones impuestas a la firma de telecomunicaciones ZTE Corp, además del freno a los límites sobre las inversiones chinas en Estados Unidos y a las ventas de bienes de alta tecnología en China, entre otros. Trump dijo el domingo en Twitter que ayudará a que ZTE pueda volver a sus negocios.
Las discusiones se retomaron con algo de tensión, ya que Peter Navarro, un asesor comercial de Trump considerado como el crítico más acérrimo de China en la Casa Blanca, fue relegado a un papel secundario en medio de un creciente desencuentro con el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
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